“DEBEMOS ARRIESGARNOS A SOÑAR.”
Esta fue la última reflexión de la leyenda del Rugby League, Rob Burrow, quien falleció el domingo a los 41 años. Este mensaje de despedida fue grabado para un documental de la BBC, dejando un legado inspirador no solo por su carrera deportiva, sino también por su valiente lucha contra la enfermedad de la motoneurona (MND).
Rob Burrow, gran figura del Leeds Rhinos y de la selección de Gran Bretaña, dejó una huella imborrable en el mundo del rugby. Diagnosticarle MND en 2019, apenas dos años después de retirarse, no fue el final de su historia, sino el inicio de una nueva etapa de lucha y perseverancia. Su exitosa carrera de 17 años como jugador incluyó ocho victorias en las Super League Grand Finals, tres World Club Challenges y dos Challenge Cups.
El anuncio de su fallecimiento fue realizado por los Rhinos, quienes describieron a su exjugador como "una verdadera inspiración a lo largo de su vida, ya sea en el campo de rugby o durante su batalla contra la MND". El Príncipe de Gales también rindió homenaje a Burrow, recordándolo como una "leyenda" con "un corazón enorme".
A lo largo de su enfermedad, Burrow no se rindió. En lugar de eso, dedicó sus últimos años a recaudar fondos y aumentar la conciencia sobre la MND, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y determinación. En 2022, recibió el Premio Helen Rollason en la ceremonia de Personalidad Deportiva del Año de la BBC, reconociendo su incansable esfuerzo en la lucha contra la MND. Su ex compañero de equipo, Kevin Sinfield, también fue homenajeado en la misma ceremonia.
Rob Burrow pasó toda su carrera en el club Leeds, realizando más de 400 apariciones entre 2001 y 2017. Su espíritu combativo y su capacidad para superar adversidades lo convirtieron en un ícono no solo del rugby, sino también de la resiliencia humana. Fue nombrado MBE en los Honores de Año Nuevo de 2021 por sus servicios al deporte y su trabajo en la comunidad de la MND. En 2024, Burrow y su gran amigo Sinfield fueron nombrados CBE por su contribución significativa en recaudar más de £15 millones para las organizaciones benéficas de MND.
Burrow siempre mostró un tono desafiante frente a su diagnóstico. "Lo peor para mí es que la gente me tenga lástima", dijo. "Sé que va a suceder, pero quiero ser lo más normal posible. Mientras esté en forma y saludable, quiero hacer cosas normales y no ser tratado de manera diferente".
Rob Burrow y su esposa Lindsey, quienes se casaron en 2006, tuvieron tres hijos juntos: Jackson, Maya y Macy. El club Leeds, al anunciar su fallecimiento, destacó: "Nunca permitió que otros definieran lo que podía lograr y creía en su propia capacidad para hacer más".
La historia de Rob Burrow nos recuerda la importancia de seguir soñando y de luchar hasta el último día, sin importar las adversidades. Su vida y legado nos inspiran a todos a arriesgarnos a soñar y a no rendirnos nunca. En un mundo lleno de adversidades, su ejemplo nos demuestra que debemos atrevernos a soñar.
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