Siete de cada diez jóvenes prefieren un trabajo cómodo antes que un ascenso.
Así lo revela un estudio publicado por Forbes y realizado por Adecco, donde queda en evidencia un cambio profundo en la manera de entender el éxito profesional. La Generación Z, integrada por quienes nacieron entre 1995 y 2000, está transformando las reglas del juego dentro de las organizaciones.
Lejos de los modelos tradicionales donde la productividad y la escalada jerárquica eran los pilares del progreso, esta generación prioriza el bienestar, la salud mental, la flexibilidad horaria y el aprendizaje continuo como condiciones no negociables.
Un nuevo tipo de éxito
El 73 % de los jóvenes encuestados en el informe prioriza la calidad de vida y el equilibrio personal sobre la promoción o el cargo. Para ellos, el trabajo no define la identidad, y mucho menos debe sacrificar el desarrollo personal o la estabilidad emocional.
Estas nuevas preferencias están generando tensiones intergeneracionales en muchas oficinas. Mientras los baby boomers y la generación X asocian compromiso con presencia física, control y horas extras, los centennials reclaman autonomía, entornos diversos y esquemas híbridos.
¿Choque cultural o transformación necesaria?
El 65 % de los jóvenes consultados evitó empleos que exigían presencialidad absoluta. Tras la pandemia, muchos probaron la eficiencia del teletrabajo y no están dispuestos a volver a esquemas rígidos.
Para Adecco, este conflicto no es rebeldía, es señal de cambio. “La oficina ya no es sinónimo automático de productividad. Lo que impulsa el rendimiento es el bienestar”, señala el informe.
Tecnología, propósito y aprendizaje: los nuevos valores
La Generación Z no solo exige comodidad y flexibilidad. También espera trabajar en empresas que representen sus valores. Según el estudio, tres de cada cuatro jóvenes priorizan empleadores comprometidos con la diversidad, la sostenibilidad y la salud mental.
“No buscan un escritorio en la punta de la pirámide. Buscan un entorno que les permita crecer sin renunciar a su bienestar.” — Julián Blausztein, HRBP de Adecco Argentina.
A esto se suma otro dato: los centennials son la generación más formada de la historia, con mayores niveles de educación universitaria y menor deserción escolar que generaciones anteriores.
¿Qué deben hacer las empresas?
Adaptarse no significa ceder ante cada demanda, sino reconocer que el mercado laboral está cambiando, y que quienes hoy ingresan como asistentes serán quienes tomen decisiones en los próximos 10 años.
Los modelos laborales que sobrevivan serán aquellos que comprendan que el talento joven no se fideliza con ascensos, sino con flexibilidad, propósito y crecimiento continuo.
Fuente: Forbes / Estudio de Adecco 2024
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