PANAMÁ A LAS PUERTAS DE SALIR DE LA LISTA GRIS: ¿CAMBIO REAL O VICTORIA SIMBÓLICA? - Negocios Exitosos 360

sábado, 5 de julio de 2025

PANAMÁ A LAS PUERTAS DE SALIR DE LA LISTA GRIS: ¿CAMBIO REAL O VICTORIA SIMBÓLICA?




El desenlace marcará un antes y un después en la posición internacional de Panamá y su credibilidad en materia financiera

Por Ariel Rosas Jr. | analista en temas de negocios, cumplimiento y geoeconomía.


CIUDAD DE PANAMÁ — Cuando el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) se reúna este miércoles 9 de julio en Europa, la atención del sistema financiero internacional estará puesta en un solo país: Panamá. La decisión de retirarlo —o no— de la lista gris de jurisdicciones con deficiencias estratégicas en la lucha contra el lavado de dinero marcaría un punto de inflexión para su reputación, su capacidad de atraer inversiones y la credibilidad de su marco regulatorio.

“Panamá ha cumplido con el 100% del plan de acción exigido por el GAFI. Hoy estamos mejor preparados que nunca para enfrentar los riesgos financieros globales”, dijo Iván Díaz, experto en cumplimiento regulatorio y exasesor del MEF. Sin embargo, la pregunta central sigue en el aire: ¿es este avance técnico suficiente para garantizar un cambio estructural?

Una trayectoria marcada por avances parciales y retrocesos

Panamá fue incluido en la lista gris en 2019, tras ser señalado por deficiencias en la identificación de beneficiarios finales, falta de supervisión efectiva sobre sujetos no financieros y escasa efectividad en la persecución penal de delitos financieros.

Desde entonces, el país ha aprobado leyes clave como la Ley 129 de 2020, que crea el Sistema de Registro de Beneficiarios Finales, y ha robustecido su Unidad de Análisis Financiero (UAF). En junio de 2024, el GAFI confirmó que Panamá cumplía técnicamente con 35 de las 40 recomendaciones del organismo. A nivel formal, los avances son indiscutibles.

No obstante, expertos en gobernanza advierten que cumplir no es lo mismo que transformar. “La experiencia previa de 2016 nos enseñó que salir de la lista gris sin una cultura sólida de cumplimiento conduce a recaídas”, señala Rosaura Méndez, consultora en transparencia y exfuncionaria del BID.

Impacto financiero: entre la esperanza y la prudencia

Para el sector bancario panameño, la posible salida representa más que un gesto simbólico. Desde 2019, los bancos locales han enfrentado dificultades para mantener relaciones de corresponsalía, lo que ha encarecido las operaciones internacionales y limitado su competitividad frente a centros financieros vecinos como Costa Rica o República Dominicana.

“La inclusión en la lista gris nos puso en desventaja operativa. Recuperar la confianza de los corresponsales es crucial para nuestras transacciones internacionales”, afirmó Alberto Vallarino, directivo de la Asociación Bancaria de Panamá.

Según datos de la Superintendencia de Bancos, el número de relaciones corresponsales activas cayó un 22% entre 2019 y 2022, y aunque ha habido una leve recuperación desde entonces, la plena normalización solo será posible fuera de la lista.

Efectos en la inversión extranjera y el clima de negocios

La permanencia en la lista también ha afectado la inversión extranjera directa (IED). Entre 2018 y 2023, la IED en Panamá se redujo en un 28%, de acuerdo con cifras de la CEPAL. Aunque otros factores influyeron —como la pandemia o la desaceleración regional—, el riesgo reputacional asociado al blanqueo de capitales ha sido un obstáculo recurrente en el discurso de inversionistas institucionales.

“La salida de la lista enviaría una señal clara de que Panamá es un país confiable, con reglas claras. Pero no basta con eso: también se requiere estabilidad política, infraestructura jurídica funcional y seguridad jurídica”, opinó Katia De León, economista del Centro Regional de Estudios Económicos.

El factor Europa: la votación clave del 9 de julio

Aunque Estados Unidos ha expresado su apoyo técnico a Panamá en diversas instancias, la decisión del GAFI será colegiada, con un peso considerable de los países europeos. Analistas afirman que los votos de Francia, Alemania y España serán decisivos.

En este contexto, el gobierno panameño ha intensificado su diplomacia financiera, enviando delegaciones técnicas y sosteniendo encuentros bilaterales para explicar sus avances y el compromiso de sostenibilidad institucional.

“La prioridad no es solo salir de la lista, sino demostrar que no volveremos a entrar. El GAFI evalúa la efectividad, no solo la letra de la ley”, destacó Mónica Ríos, exrepresentante de Panamá ante la OCDE.

Oportunidades y desafíos post-lista gris

Una eventual salida de la lista no garantiza inmunidad. De hecho, aumenta las expectativas. Panamá podría beneficiarse de mejores condiciones de financiamiento externo, mayor acceso a plataformas multilaterales de inversión y nuevas oportunidades en sectores como finanzas digitales, logística y energía.

Pero también enfrentará una presión más intensa para demostrar que las leyes se aplican, que las instituciones funcionan y que no hay espacio para estructuras opacas, especialmente en sectores como el inmobiliario, las zonas francas, los juegos de azar y los servicios legales offshore.

“Esta es una oportunidad para convertirnos en un hub de servicios financieros transparentes y modernos. Pero no podemos repetir los errores del pasado: debemos invertir en tecnología, automatización, fiscalización y cultura de cumplimiento”, indicó Samuel Núñez, director de RegTech Panamá.

Hacia una cultura de cumplimiento sostenible

El elemento más complejo no está en los códigos, sino en las personas. El verdadero desafío de Panamá será construir una cultura institucional sólida, basada en la ética, la transparencia y la rendición de cuentas.

Esto implica profesionalizar aún más los entes reguladores, blindar la autonomía de los órganos de control, sancionar efectivamente los delitos financieros y mantener una relación madura con el sector privado.

“Salir de la lista gris no es la meta, es el punto de partida para consolidar un nuevo modelo económico, más competitivo y sostenible”, concluyó Rosaura Méndez.

Perspectiva futura: ¿una nueva era para Panamá?

Si la votación del GAFI resulta favorable, Panamá tendrá la oportunidad de relanzarse ante el mundo, como una plataforma estratégica confiable para negocios internacionales. Pero el margen de error será nulo. Cualquier retroceso podría costar años de credibilidad.

Con una administración gubernamental recién instalada y una ciudadanía cada vez más crítica, el país enfrenta el reto de convertir esta victoria técnica en un verdadero cambio estructural. La comunidad internacional, los mercados y los panameños estarán observando.

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