Por Ariel Rosas Jr.
En Panamá, el panorama laboral ha cambiado drásticamente en la última década. Lo que antes era un mercado dinámico, impulsado por la inversión privada, se ha convertido en un sistema donde el crecimiento del empleo formal es cada vez más limitado. Según René Quevedo, consultor empresarial desde 2012, la realidad para los jóvenes egresados de universidades es preocupante: de los 30,000 graduados al año, apenas un tercio logra conseguir empleo, según cifras de la Contraloría General de la República de Panamá.
Los datos no mienten. Entre 2004 y 2012, 4 de cada 5 nuevos empleos eran asalariados del sector privado, lo que permitía que 2 de cada 3 universitarios encontraran trabajo. Sin embargo, desde 2012, 4 de cada 5 nuevos trabajadores son informales o funcionarios, lo que refleja un fenómeno claro: la inversión privada ha perdido terreno ante el crecimiento del sector público, y el empleo juvenil se ha precarizado.
El declive del mercado laboral
📉 Expansión del sector público: Mientras las empresas privadas se achican, el Estado sigue absorbiendo una parte significativa de la fuerza laboral. 📉 Falta de confianza en la inversión: La incertidumbre económica ha llevado a una reducción en la generación de empleos formales. 📉 Desconexión entre educación y mercado laboral: El 68 % de los empleos en Panamá son informales o en microempresas con menos de 10 trabajadores. Hace apenas 12 años, esta cifra era del 48 %, lo que refleja que las empresas se están volviendo cada vez más pequeñas.
En entrevista con Telemetro Reporta, el economista y especialista en empleos René Quevedo lo dejó claro: esto no es una bomba que va a explotar; es una bomba que ya explotó. Y, mientras buscamos culpables, seguimos sin entender la raíz del problema.
¿Hacia dónde vamos?
Si la tendencia actual se mantiene, la economía seguirá dependiendo de un Estado sobredimensionado, financiado con deuda, mientras el sector privado pierde capacidad de generar empleo sostenible. La ecuación es simple: sin inversión privada, no hay empleos formales.
¿Cómo revertimos esta crisis?
✔️ Fomentar el emprendimiento: Con el empleo formal en declive, la creación de negocios propios es una alternativa viable.
✔️ Reformar el sistema educativo: Alinear la formación académica con las necesidades reales del mercado laboral es crucial.
✔️ Recuperar la confianza en el sector privado: Sin incentivos para la inversión, el desempleo juvenil seguirá creciendo.
Panamá no puede ser solo una economía de funcionarios e informales
El futuro del país depende de su capacidad para generar empleo de calidad, y eso solo se logrará recuperando la confianza en la inversión privada y fortaleciendo el tejido empresarial. La pregunta no es qué tan grave es la situación, sino qué estamos dispuestos a hacer para cambiarla.
"El empleo juvenil no puede depender de un modelo insostenible. Es momento de actuar."
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