En el mundo agroindustrial, hay negocios silenciosos que están generando altísima rentabilidad y sostenibilidad. Uno de ellos es la cría de codornices, un modelo circular donde absolutamente todo se aprovecha… y sorprendentemente, el estiércol puede llegar a valer más que los huevos.
Producción eficiente y constante
Una codorniz puede producir más de 250 huevos al año —casi uno por día—, según reportes de productores especializados [fuente]. Esta capacidad de producción supera a muchas otras aves y permite una recuperación de inversión en menor tiempo.
Abono orgánico: un activo subestimado
El estiércol de codorniz, altamente concentrado en nitrógeno, fósforo y potasio, se ha convertido en un producto muy valorado por agricultores y productores orgánicos. En muchos mercados, su precio supera incluso el de los propios huevos.
Esto significa que un criador no solo genera ingresos por la venta de huevos o carne, sino que puede obtener un margen adicional significativo vendiendo el abono orgánico que producen sus aves.
Un modelo de negocio circular y escalable
Desde la incubación automatizada hasta la recolección manual o industrial de huevos, todo el ciclo es aprovechado:
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🐣 Incubación controlada
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🐤 Alimentación eficiente
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🥚 Producción diaria de huevos
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🌱 Venta de estiércol como abono
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🔁 Rentabilidad sin desperdicio
Este tipo de negocio demuestra que la sostenibilidad y la rentabilidad no solo son compatibles, sino que pueden potenciarse mutuamente.
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